El primero de ellos nos muestra cuánta comida se puede comprar por cinco dólares en diversos países del mundo.
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Interesante, ¿no? Según el vídeo, los etíopes deben estar supercontentos, porque allí te dan un montón de bananas, por ejemplo. Pero la verdadera pregunta debería ser ¿cuánto tiempo de trabajo le cuesta a alguien de Etiopía conseguir esos cinco dólares con los que atiborrarse de plátanos?
El segundo vídeo, también de la misma compañía, nos muestra
la cantidad de azúcar que hay en diversos productos de alimentación… olvidando
la cantidad que solemos tomar de cada uno de ellos y el resto de nutrientes del producto en cuestión.
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| Fuente: BuzzFeed |
Y aquí, como en el caso anterior, podemos llegar a
conclusiones erróneas si no analizamos el contenido de los vídeos con
precaución.
Si las comparaciones siempre han sido odiosas, en el caso de
la comida pueden ser, además, peligrosas.
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